Isla de Delos

La isla de Delos está situada en el centro de las Cícladas, en el mismo corazón del mar Egeo, y a pesar de sus pequeñas dimensiones, apenas 4,5 Km2 de extensión, fué uno de los lugares más sagrados de la antigüedad griega, ya que según la mitología clásica, aquí nacieron, fruto de los amores del dios Zeus y la bella Leto, dos de los dioses más importantes del Olimpo griego, el dios Apolo y su hermana  Artemisa.
Pero la gran relevancia que adquirió Delos no solo era debido a su espiritualidad religiosa, sino que aquí se desarrolló también, a lo largo de los siglos, un importantísimo comercio de cereales y otros productos que, en la época romana, se vió enormemente acrecentado con el establecimiento de un gran mercado de esclavos.
La isla, actualmente deshabitada, está situada a una media hora en barco de la isla de Mykonos y sus restos arqueológicos están considerados de los más importantes de Grecia y den mundo en 1990 fué declarada por la Unesco, Patrimonio Histórico de la Humanidad.
Aquí se establecieron durante siglos, numerosas agrupaciones comerciales que edificaron sus propios ágoras o mercados y los santuarios de culto  para sus dioses.

Ägora de los Compitaliastas y Hermaistas en el que se runían comerciantes romanos que tenían como dioses protectores a los Lares Compitales (divinidades romanas que protegían los lugares públicos y los cruce de caminos), y a Hermes y su madre Maia, respectivamente.







Históricamente hablando se cree que  los primeros asentamientos humanos de la isla datan del III milenio a.C época en que fué colonizada por los Carios procedentes de Asia Menor, que se establecieron en la cima del monte Chyntos, que corona la isla, al abrigo de los ataques de piratas que, de vez en cuando, asediaban las costas del Egeo.
Más tarde llegarían los micénicos  procedentes del Peloponeso que construyeron  un palacio similar al de Micenas y otros pequeños santuarios, sobre el que siglos después, los jonios edificarian el primer gran templo de culto a Apolo, convirtiendo a la isla en el lugar más sagrado de las  Cícladas y territorios circundantes.
 Durante la ocupación jónica Delos fué nombrada sede de la Anfictionía de los jonios, liga de carácter religioso que más tarde adquiriría gran importancia política y, por lo tanto económica, lo que provocó un gran flujo de devotos y comerciantes a la isla convirtiéndola en uno de los puertos comerciales más importantes de la época.

Ágora de los Delios. 
De forma cuadrangular estaba formada por dos pisos de stoás o pórticos formados por trece columnas jónicas cada uno, en el piso inferior, y por pilastras también jónicas en el superior 


Exedra del Ägora de los Delios. 
En los santuarios estas exedras se usaban tanto para sostener estatuas como para servir de asiento a los visitantes



El apogeo de Delos no pasó desapercibido para los atenienses quienes, tras vencer a los persas en la batalla de Salamina, expandieron su poder, sobre todo el naval, por todo el Egeo y reivindicaron la exclusiva protección de Delos.  Para justificar su vínculo con la sagrada isla argumentaron viejos mitos, a saber....el nacimiento de los dioses Apolo y Artemisa hijos del gran dios del Olimpo, Zeus, la parada que Teseo hizo en la isla donde realizó la danza ritual del "Geranós”  que imitaba el vuelo de las grullas (de ahí su nombre) para festejar su triunfo sobre el Minotauro a su regreso a Atenas desde Creta, etc, etc 
En los siglos sucesivos el auge de la isla de Delos fué en aumento, tanto desde el punto de vista económico, como sobre todo, desde el religioso. Tal era su carácter sagrado  que en el siglo V a.C., estando el Egeo bajo dominio ateniense  se ordenó el traslado de todas tumbas a la cercana isla de Renia, pues se consideraba que los enterramientos eran una profanación  que ofendía al dios Apolo. 
No solo fueron prohibidos los enterramientos, sino que toda persona enferma, ancianos y  mujeres parturientas eran trasladados a la vecina isla, de manera que quedaba prohibido nacer y morir en la sagrada isla. 



Bajo dominio ateniense se creó la Alianza o Confederación Delia, cuya sede fué establecida en Delos y cuyo propósito era proteger a las ciudades- estados miembros de futuros ataques; a cambio éstas debian contribuir aportando naves, hombres, armas y dinero a la Confederación. Todo el tesoro que se recaudaba con estos tributos de los alíados se guardaban en el templo de Apolo en Delos. Más tarde esta Confederación se transformó en la denominada Hegemonia Ateniense y todo el tesoro fué trasladado a la Acrópolis de Atenas. 
El dominio ateniense cayó tras la llegada de los macedonios y en tiempos de Alejandro Magno, Delos consiguió independizarse de Atenas. Ello condujo, una vez más, a un rápido crecimiento económico y ya, en la segunda mitad del III siglo a.C., la isla era un gran centro para el comercio de cereales,  y sede de bancos tanto públicos como privados.
Gran cantidad de ricos comerciantes fueron llegando a la isla, romanos, suditalianos, fenicios, sirios, palestinos, etc. que se establecieron en ella  influyendo tanto en la vida económica como religiosa del lugar.
Más tarde, tras la conquista romana, el Senado de Roma proclamó a Delos puerto franco y cedió su administración a los atenienses. Esto propició un gran impulso tanto comercial como financiero a la isla cuya población en el siglo III a. C, sobrepasaba los 25000 habitantes y la convirtó en el más importante puerto comercial de tránsito en el Egeo.

























Poco a poco el carácter religioso y sagrado de la isla fue decayendo en favor de un auge económico cada vez mayor, favorecido sobre todo, por  el gran mercado de esclavos que aquí se estableció para satisfacer, sobre todo, la enorme demandada que de estos esclavos tenían los poderosos senadores y hombres de negocio ( Estrabón nos cuenta que en este mercado se llegaron a manejar unas 10000 personas por día )






El Asklepeión de Cos III

La segunda terraza es la más estrecha de todas, y era el centro de la actividad religiosa del Asklepeión de Kos. A ella se accede a través de la imponente escalinata situada en el centro del muro de contención de la primera terraza. Aquí podemos ver los restos del Altar de Asklepio, construido sobre un podio in antis y que, según los arqueólogos, estuvo decorado con relieves hechos en el taller de Praxíteles ( uno de los ecultores más importantes de la Grecia post-clásica). Por desgracia, nada de estos relieves se conservan en su lugar, y desconozco si se conservan en algún museo...quizás en el Arqueológico de Kos, pero como se encuentraba cerrado no lo pude visitar.
A la derecha del altar se sitúa el templo más antiguo de este complejo monumental, y que , por supuesto, también estaba consagrado al dios. Se trata del  Templo de Asklepio,  de estilo jónico dístilo que data del año 300 aproximadamente a. C., y que posteriormente se reconvirtió en un tesurós en el que los peregrinos ofrecían sus tributos antes de comenzar las curas.







Hacia el siglo II d. C se construyó en esta segunda terraza un bonito templo períptero síxtilo, de estilo corintio, dedicado al culto de Apolo Delios y, seguramente, también al culto imperial de Nerón.
En la década de los años treinta, arqueólogos italianos  restauraron siete de sus  bellas columnas de mármol blanco, con materiales originales encontrados en el lugar. Todavia hoy se pueden admirar estas columnas, tan elegantes y estilizadas, con sus elaborados capiteles decorados con hojas de acanto y rematadas con volutas,  como es propio de este estilo arquitectónico corintio, y que es, en mi opinión, uno de los más bellos de la arquitectura clásica griega.



Tras el templo de Apolo, y justo al lado de la escalera de acceso a la tercera terraza, el muro de contención presenta una forma semicircular, a modo de exedra, con arcos abovedados que seguramente se utilizaron para albergar estatuas. Delante de esta exedra hay una plataforma, también semicircular de la que los arqueólogos creen que pudo contener una gran obra de arte, pero lo cierto es que poco se sabe al respecto.

Una escalera de tres rampas conduce a la terraza superior (III), donde se construyó, a principios del siglo II a. C., el nuevo Templo de Asklepio de estilo dórico, hexástilo y perípetro; la naos se elevaba sobre una escalera, y todo el emplazamiento estaba rodeado por tres de sus lados, por otros tantos pórticos, que se usaban para curar enfermos. Dos de ellos eran dóricos de mármol y el tercero (situado al sur) de madera, aunque, posteriormente, sus pilares fueros sustituidos por otros de mármol. Es en este pórtico sur donde se encuentran unas pequeñas escaleras que conducen al bosque sagrado de cipreses, como ya comenté anteriormente, fué el lugar donde comenzó en la antigüedad, el culto al dios Asklepio en la isla de Kos. 
El templo de esta tercera terraza era el más grande del complejo; tenia 30 metros de longitud y 15 de ancho y estaba adornado con estatuas de Asklepio y de su hija Hygie, y su arquitectura, que contenia semejanzas del Asklepión de Epidauro, hizo que la rivalidad entre ambos centros fuera más que evidente.










 Dada su posición, en lo alto más alto del santuario, este templo era visisble desde la costa. Y ni que decir tiene que las vistas desde aquí, del resto del santuario, en primer lugar, y de los campos de olivos   que se extienden hasta la ciudad de Kos, con la costa de Anatolia, al fondo, son abosolutamente fabulosas.

Foto desde la terecera terraza en la que se ven de izquierda a derecha: el antiguo templo de Asklepio, el Altar y las columnas corintias del templo de Apolo Delios. Y al fondo, como comentaba anteriormente, la ciudad, el mar y la costa turca.

Algunas fotos más



Poco es lo que queda de los antiguos edificios de este magnífico lugar, sin embargo el Asklepeión de Kos me pareció uno de los lugares más fascinantes que he visitado, tanto por su legado histórico como por el increíble lugar en el que se encuentra enclavado. Si alguna vez vuelvo por estos lares, seguro que volveria a visitarlo para sentarme a la sombra de sus cipreses sagrados y poder escuchar los ecos de las voces y pasos de peregrinos y sacerdotes que, antaño, se afanaban en sus quehaceres e intereses en este lugar, a saber.....los unos ofrendando regalos  y oraciones a los dioses para su curación, y los otros intentando que la fé de los primeros no se viera defraudada....Me pregunto cuantos de unos y otros, conseguirian su objetivo.....En fin, sin duda un lugar mágico este Asklepeión de Kos. Sencillamente me encantó.