Santorini es un pequeño
archipiélago del mar Egeo formado por varias islas, todas ellas de
origen volcánico y que pertenecen al conjunto de las llamadas Islas
Cícladas. Las islas del archipiélago se sitúan de forma que asemejan un
círculo ovalado, abierto por tres sectores que permiten el paso de
agua, dando lugar a una enorme laguna de 12 Km de largo por 7 de ancho.
Esta curiosa disposición se debe a las sucesivas erupciónes volcánicas
acaecidas a lo largo de la historia, y que hundieron bajo el mar la
parte central de la isla original.
El
resto se fué separando dando lugar a las islas que hoy componen el
archipiélago de Santorini, y que son Thera, Thyrasia, Aspronissi, Palea
Kameni y Nea Kameni. Estas últimas son las más pequeñas, están
deshabitadas y se sitúan en el centro de la laguna, o caldera inundada.
En el lado occidental se encuentran Aspronissi y Thyrasia, y en el
oriental, suspendida sobre los altos y escarpados barrancos de mas de
300 metros de altitud que forman la imponente pared de la caldera, se
localiza Thera (o Santorini, que es como la conocemos la inmensa mayoria
de los mortales), y que es la isla más grande de todo el conjunto.
La
laguna alcanza unos 400 metros de profundidad, lo que permite la
navegación de los grandes barcos de crucero. Por otro lado, la
irregularidad de la linea de costa de Santorini dá pequeños puertos que
impiden que estos barcos puedan atracar en ellos, por lo que a menudo,
se quedan fondeados a cierta distancia de la bahia, y los pasajeros
tenemos que hacer uso de las lanchas que fleta la naviera para
acercarnos a tierra.
En
la actualidad, Santorini es uno de los destinos turísticos mas famosos
del mundo y una de las escalas más frecuentes y concurridas en los
itinerarios de los cruceros que navegan por el Mediterráneo Oriental. Su
capital, Thera o Fira (como también se la conoce), es un pueblecito
pequeño, encantador, cuyas casas de blanquísimas fachadas, con ventanas
puertas y cúpulas de colores, sobre todo azul, se asoman a un acantilado
a casi trescientos metros de altura sobre las tranquilas aguas del
Egeo.
Para
acceder a Fira desde el mar hay que tomar el teleférico que se
encuentra en el antiguo puerto de Ormos (5€ el trayecto), y que en
apenas 15 minutos cubre los 300 metros de altitud hasta la ciudad.
También se puede hacer este recorrido en burro o a pie, subiendo los
tropecientos mil escalones que hay, y, aunque yo no he probado estas dos
últimas opciones, me quedo sin dudar, por la comodidad, con la del
teleférico que es el medio que yo utilicé.
Vistas desde el teleférico
En
la foto siguiente se puede ver el zigzageante camino de escalones por
donde burros y personas acceden a Fira. Un poquito más a la izquierda,
se vé, más atenuada, la línea del teleférico.
Ni
que decir tiene que, en verano, la isla está abosolutamente tomada por
el turismo, tanto del que procede de los cruceros, como es mi caso, como
del que se aloja en los hoteles de la isla. Esto dificulta bastante
caminar por sus estrechas calles, que además, están abarrotadas de todo
tipo de tiendas, cosa normal, por otro lado, en cualquier destino
turístico del mundo.
Uno
de los edificios que más me gustó de Fira es la Catedral Ortodoxa
Metropolitana, que está consagrada a la "Ypapantio", que significa "la
Presentación de Jesús en el Templo". Se encuentra en el paseo marítimo y
es visible casi desde cualquier parte de la isla. Tiene una cúpula
blanca, al contrario de la mayoria de iglesias cícladas, en que las
cúpulas son azules, con ventanitas arqueadas alrededor, y un patio muy
agradable, rodeado también por arcos blanquímos. Su interior está
decorado con preciosos frescos de Christóforos Assimis, pero no se
permite tomar fotos. Yo tomé un par antes de ver el cartel de
prohibición.
Otro
edificio emblemático de la ciudad es la Catedral Católica, que se
encuentra muy cerca de la anterior, y que, por falta de tiempo, no pude
visitar. Está dedicada a San Juan Bautista, su fachada es de color crema
y tiene una preciosa torre con reloj y campanario.
Estas son las únicas fotos que pude tomar. Lástima....tengo que volver a Santorini para disfrutarla con más tranquilidad porque un viajecito en crucero, a pesar de ser una maravilla, te limita muchísimo todas las visitas.
Estas son las únicas fotos que pude tomar. Lástima....tengo que volver a Santorini para disfrutarla con más tranquilidad porque un viajecito en crucero, a pesar de ser una maravilla, te limita muchísimo todas las visitas.
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